Tesla está lejos de la época en la que era una de las compañías favoritas de Wall Street.
Atrás quedaron los días en que su valoración de mercado superó el billón de dólares a fines de 2021 y todo indicaba que el gigante de autos eléctricos era invencible.
En aquel momento rompía récords de producción y entrega, mientras sus acciones subían hasta llevar a la empresa a la altura de gigantes como Apple o Amazon.
Ahora, la compañía de Elon Musk, su fundador y director ejecutivo, enfrenta grandes desafíos que le complican el camino para avanzar en un mercado altamente competitivo.
Han caído sus ventas, sus beneficios, su valor de mercado y la confianza de muchos accionistas sobre la capacidad de innovación y crecimiento de la empresa a largo plazo.