No está claro el día preciso en el que Brittney Griner, estrella del baloncesto femenino de Estados Unidos, fue detenida en Rusia bajo la acusación de transportar hachís o aceite de cannabis camuflado en material para vapeo (uso de cigarrillo electrónico). Lo que sí se conoce es que el hecho ocurrió en febrero y la deportista lleva detenida aproximadamente un mes.
Tampoco se sabe mucho de la actual situación jurídica de la basquetbolista lo que ha llevado a que tanto voces de organismos así como de deportistas e incluso público en general reclamen mayor acción por parte de las autoridades estadounidenses para lograr la liberación de Griner; inclusive se han registrado críticas a la prensa de EE.UU. por la supuesta desidia con que se ha tratado el tema; se argumenta que existe una especie de machismo y que si se tratara de alguno de los jugadores estrella de la liga masculina (NBA), las cosa sería distinta y se habría armado un gran escándalo con el tema.
«Por favor, respeten nuestra privacidad mientras seguimos trabajando para traer a mi esposa de forma segura», escribió en uno de sus mensajes en redes sociales Cherelle Griner.
TJ Quinn, periodista de ESPN, explicó que la noticia del arresto de Griner está siendo minimizada deliberadamente por diplomáticos y las personas cercanas a ella para evitar que se vuelva parte de una guerra de propaganda con Occidente a propósito de la invasión rusa de Ucrania.
“Como una mujer negra gay estadounidense de 6′ 9″ (más de 2 metros), es un poderoso símbolo cultural, y a los expertos les preocupa que Putin la use como una advertencia sobre la decadencia estadounidense. Esto es por lo que todos a su alrededor están tratando de mantener la discreción”, añadió el periodista.