“Con un disparo matan a un sargento en Venus del Río”. “Policía asesinado en El Empale”. “Un uniformado baleado en el sur de Guayaquil”. Estos y otros titulares de noticias han expuesto el peligro al que se enfrentan los policías en el cumplimiento de su trabajo.
El 27 de julio de 2023, el comandante de la Policía, Fausto Salinas, dio unas cifras alarmantes durante el acto de entrega de municiones a la Institución. El oficial señaló que 237 policías han sido objetos de agresiones. Hubo también 170 tentativas de homicidios, 422 uniformados heridos. Y agregó que de los 48 gendarmes fallecidos mientras realizaban sus labores, 24 fueron asesinados.
“Los ventrílocuos de la seguridad, los que emiten comentarios, no tienen idea de las amenazas a las que se enfrenta en la actualidad”, insistió. Pues afirma que trabajan en condiciones extremas pero con firme convicción.
Es por ello, dijo, que los casi 60.000 policías que hay en el país deben estar preparados para enfrentar el crimen. Y una de las aristas de capacitación son las técnicas de tiro y procedimientos tácticos que los vuelvan más efectivos, cuando en el marco de la legalidad les corresponda usar la fuerza.
Durante la entrega de municiones, cuya última compra fue en 2014, Salinas informó que se entregan 200 cartuchos para capacitación y 100 de dotación para cada policía. Además, hay un proceso de compra, que ya está en marcha, de 7.000 pistolas, 1.700 fusiles, 1.700 ametralladoras, cascos, diez blindados.