EFE
El presidente estadounidense, Donald Trump, agregó más incertidumbre a las negociaciones con China sobre un hipotético acuerdo comercial entre ambas potencias económicas y amagó con cancelar la ronda de conversaciones con Pekín prevista para septiembre.
“Ya veremos si mantenemos o no nuestro encuentro en septiembre. Si lo hacemos, está bien. Si no, también está bien”, señaló Trump a periodistas en la Casa Blanca antes de partir hacia un evento de captación de fondos en Nueva York.
Una cancelación de la siguiente reunión con las autoridades chinas aumentaría la probabilidad de que la Administración de Trump cumpla con su amenaza de promulgar nuevos aranceles sobre $300.000 millones en productos chinos, ya que los gravámenes comenzarán el primero de septiembre si no se alcanza un acuerdo comercial antes.
A pesar de estas palabras, Trump posteriormente se mostró favorable a mantener la línea de comunicación abierta con Pekín.
No obstante, dejó claro que EE.UU. “no está listo” todavía para cerrar un pacto en materia comercial con China, país con el que la tensión ha escalado en la última semana después del anuncio de nuevos aranceles a productos chinos por parte de Washington.
“Estamos hablando con China, pero no estamos listos para hacer un trato; veremos qué sucede”, apuntó.
Momento
Los comentarios del presidente estadounidense llegaron una semana después de que EE.UU. anunciara nuevos aranceles del 10 % sobre importaciones chinas valoradas en $300.000 millones.
En respuesta a esta medida, China decidió detener la compra de productos agrícolas estadounidenses y permitió que su moneda cayera frente al dólar a un nivel clave no visto desde 2008.
En los últimos días, Trump se ha mostrado muy crítico con el Gobierno chino por acceder a esta maniobra monetaria y ayer aseguró que este tipo de medidas “perjudican” los empleos en EE.UU.
Un yuan más débil significa que los productos chinos denominados en dólares son más baratos, algo que ayudaría a frenar el efecto negativo de los nuevos aranceles estadounidenses sobre su competitividad, aunque el precio a pagar será un aumento del coste de las importaciones.
Ante su devaluación, el Departamento del Tesoro de EE.UU. designó este lunes a China como país “manipulador de divisas” y amenazó con tomar acciones para acabar con sus “injustas” ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional.
Las raíces del problema
° Las tensiones entre EE.UU. y China tienen sus raíces en el desequilibrio de la balanza comercial a favor de China, que exporta $419.000 millones más de lo que importa desde Estados Unidos.