Ya sin las restricciones que se vivieron durante dos años de pandemia, miles de ecuatorianos aprovecharon el feriado de Semana Santa para visitar las playas y los espacios verdes de las ciudades.
Entre los sitios escogidos por los turistas estuvieron General Villamil (Playas), Cuenca, Ambato, Baños y los balnearios de Manabí y Esmeraldas.
“El feriado de Semana Santa no es como el carnaval, vienen menos turistas; pero igual, son dos años que no hubo nada por la pandemia, ahora vemos que todo se reactiva y es lo importante. Tenemos salud y vida, Gracias Dios”, comentó Esperanza López, presidenta de la Cámara de Turismo de Villamil Playas. Ella señaló que solo el 50 % de la plaza hotelera se ocupó hasta ayer.
David Yagual, que alquila ‘bananas’ en la playa, detalló que hasta el mediodía solo hizo tres vueltas, pero está feliz. “La Semana Santa es para las reuniones familiares y las reflexiones, la gente viaja menos, pero estamos contentos porque el turismo igual se está reactivando”, sostuvo.
El clima ha acompañado y el turismo se ha hecho presente. Es satisfactorio. No es igual que carnaval, pero presagiamos ingresos importantes.
Aleksey López,
empresario turístico
Aunque más de la mitad de los turistas no usaban mascarillas, sí rociaban alcohol en sus manos. Lucio Gutiérrez, que llegó de la Alborada, dijo que en Playas se confían más, porque tienen grandes espacios abiertos como la playa, y no hay aglomeraciones.
La dirección de Turismo municipal organizó el Festival de la Fanesca, con la finalidad de enganchar al turismo. Los resultados fueron positivos. Marlene Hidalgo vendió 200 platos, la comida que se prepara con 12 granos y bacalao. La mujer era parte de las 17 que participaron de la reunión. Aseguró que después de la pandemia han surgido los emprendimientos para atraer al turismo, como este evento gastronómico.
Estos días de asueto, el retorno a las aulas, tanto en las escuelas como colegios y universidades, nos ayudan mucho a fortalecer la recuperación económica.
Diego Espín, emprendedor ambateño Galo Morales pagó tres dólares por un plato de fanesca. “No hay nada mejor que comer con la brisa marina y frente al mar. Ayer estuve en la procesión del Cristo del Consuelo, después me vine a Playas a disfrutar de su excelente clima”, acotó el turista.
Mientras que Roberto Olivares esperó hasta el final para atreverse a salir de paseo. “Elegí la playa”, señaló el hombre, que se desplazaba con su familia. Reconoció que antes sentía temor de contagiarse, pero ahora la confianza le llega de a poco y prefiere la playa, donde existe menor riesgo.
No hay nada mejor que comer con la brisa marina y frente al mar. Estuve en la procesión del Cristo del Consuelo, después me vine a Playas a disfrutar.
Galo Morales,
turista que fue a Playas
El feriado fue sinónimo de dinamismo turístico y comercial también en los balnearios de la provincia de Manabí. Sus actores vieron con buenos ojos estos días de descanso sin restricciones. Uno de los lugares más visitados fue El Murciélago, ubicado en el centro de Manta. El sol fue el testigo perfecto y acompañó la jornada.
Empresarios turísticos como Aleksey López destacaron que, aunque el de Semana Santa no es un feriado como el de carnaval, presagiaban ingresos importantes. Los encargados de ofrecer paseos turísticos en lancha no se quejaron de lo que dejó hasta ayer el feriado. Incluso esperaban que este domingo la situación mejore.
“Estamos con buenos resultados hasta el momento. El turismo ha respondido de buena manera. Estos feriados reactivan nuestra economía”, expresó Edison Farías.
Los ecuatorianos disfrutaron del balneario. La familia Logroño llegó desde Quito para pasar un momento ameno y volver a la playa después de un tiempo de ausencia por la pandemia.
“Es lindo volver, ahora estamos más tranquilos. Antes temíamos por la COVID, pero ya estamos con más confianza”, destacó José Logroño.
En otros balnearios manabitas, como Crucita, San Jacinto, San Clemente, Canoa, Puerto López, también se registró buena presencia de turistas.
En la capital, quienes no pudieron salir de paseo o viajar a sus sitios de origen a reunirse con sus familias, aprovecharon para hacer actividades deportivas en parques o espacios verdes como La Carolina, El Ejido, Alameda, Parque Metropolitano, entre otros.
Ayer Quito fue una ciudad sin congestiones vehiculares, con centros comerciales concurridos pero no abarrotados como en otros días.
En Ambato, provincia de Tungurahua, también los parques, museos e iglesias fueron los puntos de concentración de los turistas. Juan Carlos Azú, oriundo de El Empalme, decidió conocer el Parque de la Familia, que está a 20 minutos, en la vía hacia la parroquia Quisapincha. Junto a su familia recorrió parte de las 57 hectáreas que tiene ese centro de recreación, ubicado en una de las partes altas de la zona occidental de la urbe.
Llegó con sus hijos menores de edad, “aprovechando que aún están de vacaciones escolares en la Costa”. Quería conocer especialmente Quisapincha, porque le habían hablado de sus artesanías, zapatos y ropa en cuero. De ese cantón se desplazó hacia Baños de Agua Santa, donde existen decenas de actividades recomendadas para los turistas. Piscinas, senderos que se pueden recorrer a caballo, en bicicleta o en moto, deportes extremos y recorridos, fueron los preferidos de los visitantes.
Cristhian Varela, director Municipal de Turismo, aseguró que una semana antes de que empezara el feriado se tenía cerca del 100 % de reservaciones en hoteles y sitios de alojamiento del cantón.
Anabel Quiroz, oriunda de Quinindé (Esmeraldas), dijo ser devota a la Virgen protectora de Baños de Agua Santa. Fue para agradecer por los favores recibidos durante la pandemia. Mercedes Jaramillo, en cambio, llegó desde La Concordia, en Santo Domingo de los Tsáchilas. Es la segunda vez que llega hasta Ambato para vacacionar.
El feriado también alentó a los emprendedores. Diego Espín, quien elabora chocolate artesanal, aseguró que el panorama ha mejorado, pues con el proceso de vacunación ha retornado la tranquilidad y perciben un movimiento importante en la venta de productos.
Los artesanos de Quisapincha se mostraron optimistas y con buenas expectativas de seguir mejorando. Los miembros de la Asociación de Cueros y Afines, ubicados frente a la iglesia de Quisapincha desde las 09:00, ofrecieron a los turistas prendas entre cinco y ochenta dólares, señaló Francisca Tibán, comerciante.
Hasta la tarde del sábado, la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) registró la salida de 54.980 vehículos desde el peaje de Chongón (Guayaquil) hacia los balnearios del país.
Las autoridades policiales y de tránsito pusieron énfasis en los controles viales. La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) informó, por ejemplo, que reforzó junto con otros entes de control los operativos en todas las terminales terrestres del país. En Chimborazo, un bus interprovincial fue impedido de salir por el mal estado de las llantas y los vidrios rotos.
La Policía, por su parte, dispuso de sus más de 50.000 mujeres y hombres uniformados para el control y vigilancia en ciudades y carreteras del país.