Después de 35 días de actividad moderada, pero ininterrumpida, la mañana de este domingo, 07 de abril de 2024, se reportaron flujos de lava de la erupción del volcán La Cumbre, en la isla Fernandina mismo que llegaron al mar.
Así lo informaron los guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), que ejecutan acciones de control y vigilancia desde la base en Canal Bolívar, al oeste de Isabela.
Por ahora, los técnicos estiman que el flujo de lava que descendió por el flanco sureste del volcán afectó la vegetación endémica de la zona como escalesias, palo santo y algunos cactus y parte del área de vida de la iguana terrestre. Con su llegada al mar, por túneles subterráneos, es posible que iguanas marinas, peces e invertebrados costeros cercanos a la zona se vean afectados.
Los sitios de visita terrestres y marinos de la isla Fernandina se mantiene abiertos; sin embargo, la DPNG sigue evaluando la situación para adoptar nuevas medidas de manejo si fuese necesario. No existe población humana en esta isla.
De acuerdo a los informes del IG, la Cumbre es uno de los volcanes más activos de Galápagos. Desde los años 1800 ha tenido entre 28 y 30 erupciones, siendo esta la mayor tasa de recurrencia de erupciones en el archipiélago. En los últimos años se registró procesos similares en el 2017, 2018 y 2020.
Desde el 02 de marzo, cuando inició la erupción, la Autoridad Ambiental en el archipiélago ha monitoreado este evento natural para registrar los cambios en el ecosistema; y mantiene coordinación con el Instituto Geofísico (IG), utilizando información satelital y equipos sísmicos instalados en la isla.