Con un emotivo reconocimiento a Guillermo Almada se abrió el telón de la novena fecha de la LigaPro. José Francisco Cevallos, presidente del conjunto ‘Torero’, encabezó el homenaje al estratega uruguayo entregándole una camiseta enmarcada con el número 184.
Arrancó el compromiso y no pasaron ni 20 minutos cuando Barcelona ya iba ganando 3-0. Fidel Martínez, a los 10 minutos, aprovechó un descuido de la zaga defensiva de Deportivo Cuenca y remató al arco dejando inmóvil al cancerbero ‘morlaco’ Bryan Heras, marcó la primera en honor a Almada. Siete minutos después, con un centro perfecto de Cristian Alemán, Martínez volvió a avergonzar a Heras.
Deportivo Cuenca seguía dormido. A los 21 minutos, el mismo Fidel cedió el crédito a su compañero Oscar Estupiñán, quien marcó la tercera dejando completamente atónico al técnico Luis Soler y dibujando una sonrisa a Almada. Los ‘colorados’ reaccionaron y en una acción de contragolpe Anthony Bedoya marcó el descuento, pero el gol no quedó del todo claro y el colegiado tuvo que cerciorarse con el juez de línea. Por poco anulaban un gol legítimo para el Cuenca.
Un error infantil de Javier Arregaga dentro del área le costó a Barcelona que el juez central dictaminará un penal a favor de Deportivo Cuenca. El argentino Raúl Becerra cobró el penalti y marcó la segunda para los visitantes.
EL DATO
Fidel Martínez lleva ocho juegos con la camiseta de Barcelona y ha marcado siete goles.En la segunda parte del cotejo, a los 67 minutos Marcos Caicedo ganó el balón por la banda izquierda, envió un centro a Angelo Quiñónez, quien no dudó en rematar con potencia y marcar la cuarta para Barcelona. Despedida soñada para el técnico Almada.
En la recta final del compromiso, Cristian Alemán, no conforme con el marcador, aprovechó un rebote, acomodó el balón en sus pies y con una inesperada ‘chilena’ mandó la caprichosa al fondo de la red. Barcelona iba cinco goles arriba. El juez dictaminó cuatro minutos de adición, y en los 90+2, Richard Calderón, quien ingresó en el segundo tiempo, anotó la sexta para despedir con honores al uruguayo Almada, quien derramaba lágrima en la zona técnica.
