El murciélago ha sido uno de los animales más temidos y mal vistos. Sobre él se ha creado una serie de mitos, como que es familia de los roedores, que chupa sangre y que transmite rabia y otras enfermedades. A pesar de su aspecto poco agradable, nada de eso es cierto. Más bien, proporciona beneficios al ecosistema y al hombre, según el biólogo Santiago Burneo, curador de mamíferos del museo de la Pontificia Universidad Católica. A diferencia de los seres humanos, ellos se activan en la noche. Comen las plagas, dispersan las semillas y polinizan las frutas. En la oscuridad y, debido a su visión limitada, se guían por ecolocalización, que es la capacidad de conocer su entorno por medio de la emisión de sonidos.
De las 1.100 especies de murciélagos que existen, aproximadamente, en el planeta, tres son hematófogos, pues se alimentan de la sangre de animales vertebrados. En Ecuador se registra una de esas especies, que forma parte de las 173 identificadas. El resto se alimentan de insectos, frutos y néctar, informó Diego Tirira, biólogo especialista en mamíferos. (CM)
Los murciélagos son los únicos mamíferos que vuelan. Tienen una membrana que se llama patagio, la que se extiende entre las extremidades superiores -y está compuesta por cinco dedos- y las inferiores -que a manera de alas, les permite volar-. Solo el dedo pulgar queda libre y tiene uña.
Son longevos. Viven 5 años en promedio. “Eso para un animal pequeño es un largo tiempo”, afirma Tirira. En Ecuador se encuentran individuos que pueden medir desde 5 hasta 20 cm, solo el cuerpo. En otras partes del mundo están los murciélagos ‘zorros voladores’, que miden 40 cm de largo.
Su apareamiento lo hacen de forma frontal, no como otros animales en el que el macho monta a la hembra. El periodo de gestación dura 90 días y paren una sola cría, que nace con pelo en gran parte del cuerpo y con dientes. La madre lo carga unas dos semanas y a los 30 días son independientes.
Están presentes en todo el mundo y en el país están en la Sierra, la Costa y la Amazonía. Pueden vivir en cualquier sitio donde encuentren refugios, como en cuevas, huecos, debajo de puentes, entre la vegetación y en las paredes.
Los insectívoros ingieren grandes cantidades de insectos que afectan al hombre y a los cultivos; los frugívoros comen frutas, digieren las semillas y las dispersan en los bosques; y los nectarívoros al nutrirse del néctar de las flores, se llenan de polen en la cabeza y el lomo, que lo llevan a otras plantas y favorecen la reproducción de muchas especies.