Sin certezas sobre la aprobación de la reforma tributaria, y con una estimación sobre los ingresos por focalización de combustibles, el Gobierno presentará una proforma presupuestaria 2020 con varios desequilibrios. Además, con una mayor necesidad de financiamiento, lo que quiere decir más deuda.
Napoleón Santamaría, analista tributario y económico, explicó que el Gobierno apuesta a que la reforma tributaria pase por el Ministerio de la Ley en la Asamblea, pero la incertidumbre y los riesgos relacionados han provocado que las autoridades opten por no incluir en el presupuesto para el próximo año los ingresos adicionales que se podrían generar, por alrededor de 731 millones de dólares.
“El aumento total en recaudación tributaria, que se reflejará en la proforma, será mínimo, porque las condiciones del país no permiten mucho margen. Así, de los 15.200 millones presupuestados para 2019 se pasará aun máximo de 15.500 millones para 2020”, dijo.
Esta variación representa solo un aumento del 2% en los recursos provenientes de los impuestos. Además, según declaraciones de Fabián Carrillo, viceministro de Finanzas, los ingresos petroleros se verían seriamente afectados porque la producción anual se proyectaría en 193 millones de barriles, lo que significa una generación diaria de 528.000 barriles.
Esto queda muy lejos de la meta inicial de producir entre 540.000 y 560.000 barriles entre 2019 y 2020, por lo que, en el mejor de los casos, y dependiendo de los precios internacionales del crudo, los ingresos petroleros que llegarán al presupuesto no serían mayores a 2.800 millones, es decir, casi lo mismo que en 2019.
Carrillo anunció que el precio del barril de crudo para 2020 será de 51 dólares, lo que significaría 95 centavos más que lo presupuestado para este año (50,05 por barril).
Más deuda y más déficit
Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, consideró que el déficit fiscal (diferencia entre gastos e ingresos) será de 5.000 millones este año, pero para 2020 se ubicará, en el mejor de los casos, en 6.000 millones.
Esto provocará que las necesidades de financiamiento, es decir, la nueva deuda pública necesaria para cubrir los desequilibrios y huecos fiscales, pasará de 10.000 millones en 2019 a, por lo menos, 12.000 millones el próximo año. En otras palabras, cada ecuatoriano tendrá que asumir 606 dólares de deuda en 2020.
“El Estado, toda la sociedad, tiene que contratar nuevos créditos para financiar el déficit, pagar las amortizaciones de la deuda pública interna y externa (el capital de créditos anteriores), cancelar las deudas pendientes del presupuesto del año anterior y otros pasivos”, explicó.
La única opción, según Mauricio Pozo, exministro de Economía, para reducir las necesidades de financiamiento, en vista de que la eliminación de subsidios solo quedará en una focalización de entre 400 y 500 millones, es una mayor reducción del gasto público, pero eso implicaría un número mayor de despidos en la burocracia.
“El Gobierno, lamentablemente, para evitarse más conflictos sociales, optará por endeudarse y pasarle la pelota del verdadero ajuste fiscal al Gobierno que deberá asumir en 2021”, concluyó Santamaría. (JS)
Principales bases para proforma 2020
Crecimiento del PIB 0,6%
Inflación 1,5%
Precio petróleo $51 por barril
Crecimiento impuestos 2%
Producción petrolera 193 millones de barriles al año