La inspección pre-compra consiste en una revisión completa y exhaustiva de un vehículo, se revisan más de 100 puntos críticos, siendo lo principal:
- Exterior.
- Interior.
- Motor y nivel de líquidos.
- Revisión de frenos.
- Scanner de electrónica de motor (Solo en vehículos con puerto OBD2).
- Prueba de batería con multímetro.
- Medición del espesor de la pintura (posible repintado en caso de choques).
- Revisión de aire acondicionado o climatizador.
- Informe legal (Multas, cantidad de dueños, restricciones al dominio, choques registrados, etc).
Posterior a la revisión se hace llegar un informe completo al solicitante en un plazo no mayor a dos días hábiles, indicando la información completa y destacando los puntos más importantes respecto a la salud del vehículo.