El diario estadounidense The Wall Street Journal informó que el presidente Donald Trump ha consultado varias veces a sus asesores sobre la posibilidad de que Estados Unidos compre la isla danesa de Groenlandia.
Según el diario, el mandatario estaría interesado en los recursos naturales y la relevancia geopolítica del área.
Aunque la Casa Blanca no ha emitido ningún comunicado oficial y la embajada danesa en Washington no respondió a las preguntas de la prensa, la curiosa noticia fue recibida con sorna por varios políticos daneses, que dudan si es una burla y cuestionan el estado mental del mandatario estadounidense.
“Groenlandia es rico en recursos valiosos (…) Estamos abiertos a los negocios, no a la venta”, respondió el Ministerio de Relaciones Exteriores de Groenlandia.
‘Se ha vuelto loco’
“Si es cierto que está pensando en eso, es una muestra definitiva de que se ha vuelto loco. Tengo que decirlo como es: la idea de que Dinamarca venda 50.000 ciudadanos a Estados Unidos es una completa locura”, respondió Søren Espersen, portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Popular Danés, tercera fuerza parlamentaria.
“Digo ‘no, gracias’ a que compren Groenlandia, mejor reforzar la relación con Dinamarca. Hay que resaltar además que tampoco es una mercancía que se pueda vender”, afirmó Aaja Chemnitz Larsen, una de las dos diputadas groenlandesas en el Parlamento danés.
Mayor influencia
Groenlandia es una región autónoma de Dinamarca, que colonizó la isla de dos millones de kilómetros cuadrados en el siglo 18, y es el hogar de unas 57.000 personas, la mayoría perteneciente a la comunidad inuit.
Algunos asesores de Trump creen que adquirir Groenlandia podría ser beneficioso para Estados Unidos, mientras que otros consideran que la idea es una “fascinación efímera” del presidente, señaló The Wall Street Journal.
La isla está institucionalmente unida a Dinamarca, a donde Trump tiene que ir en dos semanas, pero tiene el estatuto de territorio autónomo desde 1979.
Detrás del interés presidencial se esconde una creciente concientización en Estados Unidos de la importancia de Groenlandia, pero también, en términos más generales, de toda la región del Ártico.
Precedentes
EE.UU. ha considerado comprar Groenlandia antes, en 1946, cuando el presidente Harry Truman ofreció $ 100 millones en oro por la isla.
En 1951 Dinamarca y EE.UU. ya habían negociado la presencia de la base aérea estadounidense Thule Air Base en el territorio, que ha estado allí desde entonces.
Trump, quien en 2017 retiró a Estados Unidos del acuerdo climático de París, espera visitar Copenhague en septiembre.
No es la primera vez que el Presidente expresa interés en propiedades en otros países: en una ocasión dijo que las “playas fantásticas” de Corea del Norte serían el lugar ideal para unos bloques de apartamentos.
Cambio climático
° Un 85 % de Groenlandia está cubierto con una franja de hielo de 3 kilómetros de grosor que contiene 10 % de las reservas de agua dulce del planeta.
Pero la mayor isla del mundo ha sufrido los efectos del cambio climático, según los científicos, y se ha convertido en un gigantesco bloque de hielo en proceso de derretirse, amenazando con inundar las zonas costeras del planeta algún día.
En julio, 12.000 millones de toneladas de hielo de Groenlandia se hundieron en el mar, un nivel sin precedentes.
Existen numerosos recursos
° Groenlandia es una gigantesca isla ártica, de dos millones de km2, rica en recursos naturales (petróleo, gas, oro, diamante, uranio, zinc, plomo), que sufre con fuerza los efectos del cambio climático.
El deshielo, que provoca el aumento del nivel de los mares, se multiplicó por cuatro entre 2003 y 2013.