Tras alrededor de tres meses con restricciones como en la mayoría de países, una gran mayoría de los estudiantes vietnamitas pudieron volver a las escuelas de educación primaria este lunes tras un periodo de cierre impuesto por las autoridades para contener la pandemia de COVID-19 el pasado 2 febrero.
Con la apertura de las escuelas en Hánoi y Ho Chi Minh (principales ciudades del país), así como en otras provincias, comienza a cerrarse un periodo en el que millones de niños no han recibido docencia presencial que, al coincidir con las vacaciones del año nuevo vietnamita a partir del 23 de enero, se ha prolongado durante más de tres meses.
El proceso de reapertura de los centros educativos vietnamitas, con un total de 22 millones de estudiantes, se está produciendo de forma escalonada y depende de las decisiones de los gobiernos provinciales; mientras que la semana pasada ya volvieron a los institutos millones de estudiantes de secundaria, en algunas provincias las aulas aún permanecen cerradas.
El pasado 23 de abril, el Ministerio de Educación vietnamita publicó una serie de directrices para la apertura de los centros, que incluyen la obligatoriedad, tanto para alumnos como para profesores, de llevar mascarillas, tomarse la temperatura antes de entrar en los centros y mantener las distancias dentro de las aulas.
Vietnam, con 288 casos detectados de COVID-19 y ningún fallecido, es uno de los países que ha combatido la propagación del nuevo coronavirus con más éxito, pese a su frontera con China, epicentro de la pandemia, y no contar con un sistema de salud potente.
El éxito de Vietnam, dónde no se ha detectado ningún nuevo contagio en 24 días, se ha producido gracias a medidas preventivas tempranas como los confinamientos selectivos de zonas en las que se habían detectado casos o la cancelación de rutas comerciales con China, y el país de 96 millones de habitantes está relajando las medidas para contener la pandemia.