El gobierno de Venezuela reconoció el martes la devastación de la economía al revelar que la inflación llegó a 130.060% en 2018 y que el PIB se redujo a la mitad desde 2013, rompiendo un silencio estadístico de tres años.
El dato del aumento del costo de vida está sin embargo muy por debajo de las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que lo calculó en 1.370.000% solo el año pasado y que para 2019 proyecta una inflación de 10.000.000% en el país petrolero.
Según las primeras cifras macroeconómicas que divulga el Banco Central de Venezuela (BCV) desde inicios de 2016, la inflación llegó a 274,4% ese año, a 862,6% en 2017 y a 130.060,2% en 2018.
El Producto Interno Bruto, en tanto, se contrajo 47,6% entre 2013 y 2018, de acuerdo con los números del BCV, de línea oficialista. La variación está calculada hasta el tercer trimestre de 2018.
La caída del PIB fue de 18,6% en 2017 y 19,2% hasta el tercer trimestre del año pasado.
La grave crisis ha forzado a más de tres millones de venezolanos a emigrar desde 2015, según Naciones Unidas, en medio de recrudecidas tensiones políticas por la pugna de poder entre Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó.
Maduro, que llegó al poder en 2013 como delfín del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), vincula el colapso con sanciones financieras de Estados Unidos contra Venezuela y su estatal petrolera PDVSA.
Las medidas se han recrudecido desde comienzos de este año con el apoyo de Washington a Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, después de que la mayoría opositora del Legislativo declarara “usurpador” a Maduro al desconocer su reelección.
Sin embargo, para Henkel García, director de la firma Econométrica, la data del BCV “confirma que la mayor parte de la destrucción de la economía ocurrió mucho antes de las sanciones”.
Ingresos petroleros en picada
El BCV informó igualmente que las exportaciones petroleras -fuente de 96% de los ingresos del país caribeño- se desplomaron hasta 29.810 millones de dólares en 2018.
Se ubicaban en 85.603 millones en 2013 y en 71.732 millones en 2014, cuando se derrumbaron los precios del crudo y estalló la profunda crisis que azota a los venezolanos.
Aunque las cotizaciones se recuperaron a partir de 2016, una abrupta baja en la producción ha impedido un repunte de los ingresos.
Según cifras oficiales citadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la oferta de petróleo venezolano, que fue de 3,2 millones de barriles por día hace una década, se colocó en 1,03 millones en abril.
No obstante, fuentes secundarias de la OPEP la cifraron en apenas 768.000 barriles diarios el mes pasado.
Colapso de importaciones
El BCV había dejado de publicar información macroeconómica hace tres años sin dar explicación. Previamente había reducido paulatinamente los indicadores que divulgaba.
Las vitales importaciones cayeron de 57.183 millones de dólares en 2013 a 14.866 millones en 2018, dato que explica la severa escasez de bienes básicos.
Los venezolanos enfrentan desabastecimiento cíclico de alimentos básicos y crónico en el caso de las medicinas y los insumos médicos, a lo que se suma ahora la falta de gasolina, buena parte importada.
El derrumbe es aún más notable en el caso de las importaciones no petroleras, que bajaron desde 44.067 millones en 2013 a solo 5.835 millones en 2018.