Con la llegada del invierno, el frío y los cambios de temperatura pueden provocar diversas afecciones en ojos y oídos, aumentando el riesgo de infecciones. Entre los problemas más comunes en los oídos están la otitis media, otitis externa, eccema ótico y ceruminosis, mientras que en los ojos se presentan casos de síndrome del ojo seco, conjuntivitis, blefaritis e irritación ocular.
Para evitar complicaciones, especialistas recomiendan adoptar medidas de prevención que protejan la salud auditiva y visual durante esta temporada.
En el caso de los oídos, la fonoaudióloga Ariana Araujo, de GAES, señala que es fundamental protegerse del frío para evitar cuadros gripales que pueden desencadenar infecciones auditivas. Cubrirse con gorros, evitar cambios bruscos de temperatura, secarse bien los oídos tras la ducha sin usar hisopos y mantenerse alejado del ruido excesivo son hábitos clave para reducir riesgos. Los síntomas pueden variar desde picazón y sensación de oído tapado hasta casos más graves con mareos, vértigo y disminución auditiva, por lo que es importante acudir a un especialista si hay molestias persistentes.
Por otro lado, el Alejandro Lalama, jefe del Departamento de Optometría de Óptica Los Andes, explica que las afecciones oculares más frecuentes en invierno incluyen ojos secos, conjuntivitis e irritación causada por el aire frío y el uso prolongado de pantallas. Para prevenir estos problemas, recomienda usar gafas con filtro UV, aplicar lágrimas artificiales, evitar tocarse los ojos con las manos sucias y parpadear con frecuencia. También enfatiza la importancia de mantener una buena higiene de los párpados para prevenir infecciones.
Si aparecen síntomas como enrojecimiento, secreciones, picazón o visión borrosa, es fundamental acudir a un especialista. Dependiendo del diagnóstico, el tratamiento puede incluir el uso de lubricantes oculares, antibióticos en gotas para infecciones bacterianas o compresas tibias para inflamaciones como la blefaritis. En el caso de infecciones auditivas, un otorrinolaringólogo debe evaluar el caso y, una vez finalizado el tratamiento, se recomienda realizar un chequeo auditivo para descartar secuelas en la audición.
Finalmente, tanto en la salud auditiva como visual, la prevención es clave. Además de protegerse del frío y seguir los cuidados recomendados, es esencial mantener una alimentación equilibrada con nutrientes como vitamina A y omega-3, hidratarse correctamente y realizar controles médicos periódicos.