Aunque el aislamiento social, mantenerse en casa, es la principal estrategia que tiene la comunidad para contribuir a la desaceleración de contagios con coronavirus, aún hay quienes no acatan esta disposición, pese a que a escala nacional ya hay alrededor de un centenar y medio de fallecidos por esta pandemia.
En Guayaquil, la ciudad considerada epicentro de la enfermedad (1638 casos de los 3465 registrados en el país hasta ayer), el suburbio es uno de los sectores donde más se irrespetan las restricciones de movilidad como el toque de queda que rige de 14:00 a 05:00.
Lo dijo en cadena nacional el presidente Lenín Moreno exhibiendo imágenes satelitales.
Expuso que el 1 de abril en el Puerto Principal, Samborondón y Durán hubo 1304 contagiados, de los cuales más del 40% salió de sus casas a Riocentro Los Ceibos, Village Plaza, Samborondón y suburbio.
En tiempo real, la noche del viernes 3, el mandatario identificó que 50 personas portadoras del virus se movilizaban por Samborondón durante el toque de queda, poniendo en riesgo, sostuvo, a más de cien mil personas que viven por la zona.
En Quito, el mismo 1 de abril, el 44 % de contagiados con COVID-19 se movilizó fuera de sus casas por sitios como Calderón, Carapungo, La Gasca, Villaflora, Guamaní, Lumbisí, La Primavera y La Armenia.
Al igual que hizo con Samborondón, Moreno ubicó que en tiempo real, la noche del 3 de abril 22 personas infectadas con coronavirus se movilizaban en la parroquia Calderón en horario no permitido. Con ello ponían en riesgo a 189 000 habitantes de la localidad, citó.
“Es una terrible falta de conciencia, una irresponsabilidad sin nombre”, sentenció él.
De las cifras expuestas, se desprende que cuatro de cada diez contagiados con coronavirus se mueven libremente por las calles de Pichincha y Guayas, dos provincias donde la transmisión es comunitaria.
César Garcés, exdirector de la carrera de Sociología de la Universidad de Guayaquil, señaló que es necesario que en el interior de las familias se haga una planificación para el abastecimiento de alimentos, medicinas, y que así sea una persona la que salga a comprar.
Sostuvo que en esta circunstancia hay que racionalizar la cantidad de provisiones.
El sociólogo refirió que es importante que la gente vaya pensando en cambiar sus prácticas habituales y las adapte a la realidad actual.
En este contexto, Garcés indicó que es conveniente no exponerse tanto a la información, muchas veces falsa, que se difunde en redes sociales ya que eso contribuye al miedo.
Para Alberto Narváez, docente de la Universidad Central con un Ph. D. en Políticas de Control de Enfermedades, el relajamiento social es un síntoma para cambiar de medidas, pues la gente necesita desplazarse a trabajar y abastecerse.
Estimó que es urgente hacer los tests de manera escalonada, con puntos móviles que tomen las muestras a las personas que están en calles y barrios.
Guillermo Leones, dirigente de la Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador, reconoció que hay sectores en los que la gente sale sin necesidad. Por eso, añadió, debe haber más rigor en los controles.
En Quito se ha visto gente jugando fútbol durante el toque de queda.
La cifra de fallecidos por el COVID-19 sube en el 18,62 %
Un incremento del 18,62 % registró ayer en Ecuador en cuanto a la cifra de fallecidos por la pandemia del coronavirus. De 145 decesos registrados el viernes hasta la mañana del sábado los casos subieron a 172.
Así lo indicó en cadena nacional Ernesto Carrasco, viceministro de Salud Pública.
En tanto, la tasa de mortalidad también tuvo un alza, pasó del 4,31 % al 4,96 %.
La cifra de contagios se elevó a 3465 pacientes a escala nacional. Carrasco indicó que hubo 100 altas hospitalarias, 2666 personas se mantienen en aislamiento domiciliario, otros 527 están hospitalizados y de ellos 139 con pronóstico reservado. 11 309 muestras se habían tomado hasta ayer.
Aún no hay fecha para la aplicación de las pruebas rápidas a la población.
El viceministro aseguró que ya hay proveedores calificados por la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) para las pruebas rápidas, ahora se pasa por proceso de validación y se debe tener cuidado para no tener problemas como ya los tuvo España en la calidad de las pruebas, manifestó el funcionario.