En el ‘Operativo Libertad’ la Policía Nacional rescató a la pareja de esposos, Vanessa Egas y Mauricio Martínez, quienes fueron secuestrados a la medianoche del 11 de marzo de 2023. Este es uno de los 22 casos de secuestro que se han reportado en lo que va de 2023, a escala nacional.
Según la Policía Nacional, los secuestros son un mecanismo que aplican las bandas delictivas. Su principal objetivo es obtener recursos para financiar sus actividades ilícitas.
Los uniformados explican que existen distintos tipos de secuestros. Algunos ni siquiera son planificados, lo que hace que casi cualquier persona pueda ser víctima de este delito.
Por oportunidad
Vanessa Egas y Mauricio Martínez relatan que su auto se averió en la Ruta VIVA, una vía que conecta a Quito con los valles de Tumbaco y Cumbayá. Mientras esperaban a la grúa, un auto con cerca de nueve personas los interceptó y llevó hasta una casa en la Ferroviaria Alta, en el sur de Quito.
En el trayecto les obligaron a transferir dinero de varias agencias bancarias, para liberarlos.
Según el comandante general de la Policía, Fausto Salinas, esto se conoce como secuestro de oportunidad, es decir, que no era algo planificado pero – seguramente– la banda delictiva rondaba el sitio; algo que concuerda con los reclamos de los moradores del sector, quienes señalan que los secuestros se han vuelto frecuentes en esa zona.
Cámaras y patrullajes
Carlos Cuenca, integrante de la Unase, ha señalado que hay cuatro modalidades de secuestro que se realizan en el país: común, extorsivo, exprés y simulación (ver recuadro).
Tanto Juan Zapata, ministro del Interior, como Salinas señalaron que se implementarán operativos de control en el “callejón” de la Ruta VIVA. Se aumentarán cámaras de seguridad y patrullaje, aunque no señalaron desde cuándo.
Perfiles
Las víctimas de secuestros planificados son personas conocidas por pertenecer a familias con altos recursos económicos o son dueños de pequeños y medianos emprendimientos.
Sin embargo, quienes más dinero tienen contratan seguridad privada, algo que está fuera del alcance o de las prioridades de emprendedores de clase media. Es justo a este sector que – según la Unase– apuntan actualmente los secuestradores: personas que pueden pagar sumas –aparentemente– más pequeñas de dinero, en corto tiempo.
Ante esto, los uniformados recomiendan que en las páginas de los negocios, la información no se mezcle con la familiar.
Además, recuerdan que cuando un secuestro es planificado, los delincuentes realizan un monitoreo minucioso de sus potenciales víctimas y se ayudan con datos de redes sociales. (AVV)