En medio de las amenazas de nuevas paralizaciones, bajo la bandera de que se necesitan condonaciones de créditos bancarios en mora para evitar nuevos estallidos sociales, las evidencias apuntan a un escenario más positivo que el enarbolado por ciertos sectores políticos.
Según el último reporte titulado ‘Radiografía del Crédito en Ecuador’, elaborado por la Asociación de Bancos Privados (Asobanca) y Aval Buró, el porcentaje de ecuatorianos que han caído en continuos atrasos es menor actualmente.
Así, los clientes con un puntaje o historial crediticio de entre 377 y 1 puntos (el rango más bajo con persistentes problemas de pago) bajó del 5,86% en septiembre de 2020 al 2,88% del total en septiembre de 2022.
El porcentaje, con corte al tercer trimestre del presente año, es incluso menor al que se registraba antes de la pandemia. En 2019, se llegaba al 4,89%
Beatriz Domínguez, economista e investigadora en inclusión financiera, explicó que, sin caer en extremos de decir que la economía ecuatoriana está boyante, la situación actual sí apunta a que existe más liquidez y a una recuperación parcial.
La tasa de morosidad en los bancos privados, que representan $8 de cada $10 del financiamiento nacional, ha pasado del 2,7% en 2019 al 2,3% a septiembre.
De una cartera total de créditos vigentes en todo el país de alrededor de $39.000 millones, la cartera improductiva, o en mora, suma $839 millones.
En otras palabras, de cada dólar entregado en créditos, solo 2,1 centavos han caído en impago.
En el sector privado, durante el primer golpe de la pandemia, se refinanció $10.000 millones de la cartera total. A la fecha, más de $3.400 millones continúan con facilidades de pago.
Recuperación desigual
Las cinco provincias con el puntaje crediticio más alto (la mayoría de los clientes con pocos o nulos atrasos en sus pagos) están: Imbabura (928 puntos), Tungurahua (896 puntos), Cotopaxi (880 puntos), Pichincha (861 puntos) y El Oro (845 puntos).
Si se compara con los niveles de morosidad de 2019 y los actuales, en el caso de Imbabura y Tungurahua el porcentaje se mantiene en el mismo nivel, es decir, 4,4% y 2,1%, respectivamente.
Por su parte, en Cotopaxi se registra un ligero incremento del 2,8% al 2,9%.
Aníbal Ríos, mediano comerciante de Cotopaxi, puntualizó que los mayores problemas de pago están relacionados con el segmento de consumo más que con el productivo.
“Los empresarios con mucho sacrificio intentamos levantarnos y recuperar lo perdido por la pandemia y por el paro de junio; pero gran parte de las deudas impagas están en temas como el educativo y en el gasto corriente de las familias”, aseveró.
De acuerdo con la ‘Radiografía del Crédito en Ecuador’, mientras el porcentaje de clientes con continuos atrasos no supera el 1,33%, y el 2,29% en el microcrédito; en los préstamos de consumo (incluido para educación), el porcentaje se ubica en más del 4%.
Por su parte, en las principales provincias de la Costa, donde Gary Espinosa, dirigente de la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), quiere reactivar las protestas callejeras bajo la exigencia de condonación de deudas, la morosidad ha bajado. Solo en Los Ríos hay un ligero repunte.
En una nota publicada el pasado 28 de julio de 2022, ya analizó que los procesos de condonación masiva nunca han solucionado los problemas de sectores como el agrícola.
En las regiones donde se registra el menor avance en temas de morosidad es en la Amazonía y Galápagos. Así, por ejemplo, el mayor aumento a escala nacional está en Napo. En esa provincia el porcentaje de cartera de crédito con problemas pasó del 5,6% al 8,5% entre 2019 y 2022.
En el caso de Galápagos, cuya economía es altamente dependiente del turismo, aunque la morosidad no creció tanto como en Napo, sí pasó de 2,4% a 2,8%.
“En la Amazonía y las islas están los mayores problemas en la inclusión financiera y el acceso al crédito. En el caso de Napo, la informalidad es una de las principales barreras. Por el contrario, el menor nivel de morosidad está en Zamora Chinchipe, donde están las dos únicas minas a gran escala del país”, concluyó Domínguez.