Ganar dinero creando un emprendimiento no necesariamente tiene que ir en contra del cuidado del medio ambiente.
Caminar hacia una economía sostenible es posible y rentable. La Escuela de Negocios de la Innovación y los Emprendedores (IEBS Business School) ha identificado diez negocios en auge que fomentan la protección del medio ambiente. La lista incluye ideas ya conocidas, como el foodtech o la micromovilidad, y otras más novedosas, como la energía compartida.
Foodtech
Un alimento nace en el campo y muere cuando nos lo comemos. Antes de que nos lo sirvan en la mesa, el producto ha pasado por toda una cadena agroalimentaria. Las foodtech son empresas y proyectos que aprovechan tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), el big data o la Inteligencia Artificial para agilizar la industria agroalimentaria y convertirla en un sector más moderno y sostenible.
Financiación verde
Una forma de caminar hacia una economía más sostenible es renovando el patrimonio edificado y construyendo edificios más sostenibles. La financiación verde consiste en invertir en este negocio. Se trata de una industria nueva que necesita profesionales especializados en canalizar estos instrumentos financieros.
Ya están integradas en el paisaje urbano de las grandes ciudades. Los patinetes, bicicletas y motos eléctricas son una nueva alternativa al coche, al subte y al colectivo. Son vehículos más ligeros y fáciles de transportar. Son, sobre todo, más sostenibles que los medios de transportes clásicos.
Servicios de movilidad compartida
También forman parte del hábitat urbano. Los servicios de movilidad reducen el parqué de vehículos y fomentan el ahorro para nuestros bolsillos. El carsharing, por ejemplo, puede sustituir el tráfico de hasta cinco vehículos.
Moda sostenible
Se puede ser una empresa sostenible dedicándote a la industria de la moda. Una forma de apostar por la moda sostenible es comprando materiales libres de componentes tóxicos o apoyando a marcas, prendas y tejidos fabricados por empleados con condiciones de trabajo dignas. La compraventa de ropa de segunda mano también tiene cada vez más protagonismo.
Cosmética natural
La cosmética natural comercializa productos elaborados con un máximo de ingredientes que proceden de la agricultura y la ganadería ecológica. Nada de elementos tóxicos. De esta forma, quién compra cosmética natural se convierte en un consumidor responsable.
Transformar productos con material reciclado
Un vaso, un plato, bolsas de la compra? Se pueden fabricar muchos objetos aprovechando los residuos o los productos viejos. A esta tendencia se la conoce como upcycling y se puso de moda hace unos años. La idea es transformar los desechos en productos de igual o mayor calidad. El uso del nuevo objeto puede ser el mismo o distinto.
Energy sharing
Todavía es un concepto novedoso. En Holanda todavía hacen pruebas piloto. El concepto de energy sharing consiste en aprovechar la energía procedente de generadores eléctricos distribuidos o baterías de reserva que normalmente no aprovechamos. Podría ser, por ejemplo, la energía de los acumuladores de nuestros hogares. Esta energía que acumulamos y no utilizamos podrían comprarla los vecinos a un precio más barato que el ofrecido por una empresa energética.
Renting
El renting de vehículos se ha popularizado en los últimos años. Esta idea de alquilar en vez de comprar se puede extender a otros sectores.
Mejorar el teletrabajo
La pandemia forzó y extendió el teletrabajo en sectores donde hace años, incluso meses, era impensable. El trabajo remoto ha reducido el uso del transporte y, por tanto, la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. El teletrabajo, sin embargo, se convierte en una mejor opción si se tienen los recursos adecuados. Invertir en herramientas para cubrir las necesidades de un empleado remoto puede ser una buena oportunidad de negocio.
*Nota publicada en Forbes España