El manabita Marco Andrade pone a Ecuador en la élite del helado: rumbo a la Gelato World Cup 2026.
Un triunfo internacional con gran sabor
Ecuador celebra un nuevo logro en la escena culinaria internacional. Marco Andrade, maestro heladero manabita y fundador de POP 2GO, se convirtió en el primer ecuatoriano en asegurar un cupo para la Gelato World Cup 2026, el torneo más prestigioso del sector que se realizará en Italia.
Su nombre ya destaca en el circuito internacional tras ganar la Copa al Mejor Helado de América en la competencia continental celebrada en Córdoba, Argentina. Desde entonces, su propuesta ha captado la atención por fusionar identidad, innovación y rescate cultural de los sabores ecuatorianos.
Un hito para la heladería nacional
La clasificación de Andrade representa un punto de inflexión para la gastronomía del país. Su participación no solo posiciona a Ecuador en el mapa mundial, sino que visibiliza los sabores autóctonos como patrimonio, abre oportunidades turísticas y productivas y dinamiza la cadena gastronómica.
Formado junto a referentes internacionales, entre ellos el campeón Ariel Seggeser, Andrade lidera en el país un laboratorio de heladería de vanguardia, donde la ciencia y el arte se combinan para crear experiencias únicas.
“El helado es química, matemáticas y física, pero también es cultura: en cada receta llevamos un pedazo del Ecuador al mundo”, afirma.
Sabores manabitas con proyección global
Inspirado en su tierra, desarrolló la colección “Manabí en un helado”, que reinterpreta ingredientes como salprieta, maní y cacao en versiones contemporáneas. A través de su marca 5.300, reivindica el origen ecuatoriano del cacao y lo transforma en productos gourmet con proyección internacional.
Este enfoque no solo busca destacar en concursos, sino también generar un impacto cultural y económico, poniendo en valor materias primas nacionales con alto potencial en mercados globales.
Formación para nuevas generaciones
Más allá de la competencia, Andrade aspira a dejar un legado. En 2026 impulsará la Maestría Heladera, un programa educativo desarrollado en colaboración con universidades y escuelas gastronómicas ecuatorianas. Su objetivo es formar nuevas generaciones de profesionales con visión global y arraigo local.
“Mi clasificación al mundial es un orgullo, pero también una enorme responsabilidad. Ecuador no solo produce materias primas; puede liderar con propuestas únicas y llevar nuestros sabores al más alto nivel internacional”, concluye.


