Argentina logró reducir levemente la tasa de pobreza en el primer semestre del año en un contexto de crecimiento económico más moderado y de bajada del desempleo, aunque la indigencia creció y los sectores más vulnerables de la población siguen a merced de los efectos de la elevada inflación.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa de pobreza urbana se situó en el primer semestre de 2022 en el 36,5%, apenas 0,8 puntos porcentuales por debajo del nivel registrado en la segunda mitad de 2021 y 4,1 puntos menos que el mismo periodo del año pasado. En tanto, la tasa de indigencia se ubicó el primer semestre en el 8,8%, 0,6 puntos por encima de la segunda mitad del año pasado
El objetivo de reducir la pobreza en Argentina sigue enfrentando, entre otros, el escollo de la persistente y elevada inflación, que acumuló en el primer semestre del año un alza del 36,2%, impactando de lleno el costo de la cesta básica de alimentos y servicios, cuyo valor marca la línea de la pobreza. EFE