Estamos en tiempo de Cuaresma y desde el punto de vista religioso debemos evitar el consumo de carnes rojas; por ello nuestra tradicional fanesca que ya la hemos publicado anteriormente, con su pescado salado es el deleite de estas fechas, así que hoy tendremos una opción muy práctica, fácil y rica para todos, el pescado frito.
Puede parecer sencillo, y lo es, pero como todo en la cocina tiene su técnica, procedimiento y método de cocción para lograr el resultado óptimo.
Primero recomiendo para este plato seleccionar pescados blancos pequeños, como la corvina, el camotillo muy típico de Manabí, pargos, robalitos o incluso las tilapias que, aunque son de criadero, tienen muy buen sabor.
El pescado blanco tiene un sabor más ligero, por lo que es bien recibido en una marinada la cual aportará sabores externos que combinan muy bien con este tipo de carnes, hacerlo siempre en refrigeración, tapado y suficientes serán de 2 a 4 horas.
Ingredientes:
- 1 pescado entero sin vísceras y con piel
- 1 cabeza de ajo
- 1 ají amarillo
- 2 limones, jugo y ralladura
- 1 chorrito de aceite de oliva
- ½ cucharadita de pimienta negra
- ½ cucharadita de semillas de coriandro
- Sal
- Perejil fresco
- 1 litro de aceite de palma
Elaboración:
- Hornear el ajo y el ají a 150 grados durante 25 minutos.
- Elaborar una pasta con estos dos ingredientes añadiendo un chorrito de aceite de oliva y el jugo de los dos limones.
- Tostar la pimienta y coriandro en el sartén y machacar en un mortero.
- Añadir a la mezcla junto con las hojas de perejil picadas.
- Sazonar el pescado con sal por dentro y por fuera, luego impregnar de la pasta de ajo y ají por todos lados y dejarlo en refrigeración por 2 horas.
- Pasarlo por harina de trigo, freír en aceite a 150 grados por 20 minutos aproximadamente.
- Servirlo con arrocito caliente, patacones bien crocantes y su salsa criolla.