Economía

Restaurantes reabren de a poco entre deudas y contribuciones en Ecuador

“Dejamos de ser competencia y nos hemos comenzado a tratar como amigos”. Lo afirmó Francesca Ferrero, presidenta de la Asociación de Restaurantes del Guayas y propietaria de la marca Moro Grill.

Es la mejor ‘radiografía’ que esta doctora de profesión puede hacer de la situación de estos negocios, entre pequeños, medianos y grandes, a los que representa desde el 30 de marzo pasado cuando con un video en su cuenta de Twitter convocó al sector e inició esta agremiación aún informal.

 

Ya son alrededor de 300 marcas las que en menos de 30 días se sumaron a la iniciativa, aseguró Ferrero, quien lamentó que las pérdidas generadas durante el aislamiento obligatorio, que hoy cumple 40 días, todavía no son cuantificables.

Sin embargo, citó el informe de coyuntura de la Espol ‘Impactos económicos del COVID-19’, desarrollado por el director del Centro de Investigaciones Económicas, José Gabriel Castillo, y el investigador Ariel Paladines, que proyecta las pérdidas de varios sectores en Guayas, entre estos el de bares y restaurantes, planteando diversos escenarios según el porcentaje de capacidad paralizado.

Por ejemplo, señaló Castillo, con una paralización del 50 % de la actividad del sector las pérdidas se estiman en $248 millones, cuando se proyectaba, sin los efectos de la COVID-19, generar $497 millones en ventas en el 2020.

En cuanto a las plazas de empleo, Ferrero presentó cifras del Ministerio de Turismo y de la Cámara de Turismo del Guayas que proyectan un impacto de hasta 300 000 plazas menos, sin cuantificar la informalidad. “Ya llevamos más de 37 días –de cuarentena–. Se consideraba que más del 60 % –de restaurantes– no sobreviviría si no se activaban antes de los primeros 40 días”, analizó la vocera, quien puntualizó que la prioridad de los restaurantes al volver a trabajar es evitar despedir personal.

Esa también es la premisa que persigue Marlen Bernal al reactivar su restaurante El Arepaso, ubicado en Urdesa, en el norte de Guayaquil. “El anhelo nuestro no es actualmente sacar algún tipo de utilidad, sino concentrarnos por lo menos en cumplir con nuestros trabajadores que tienen familia”.

Explicó que para no despedir personal redujo jornadas de trabajo, aunque reconoció que al no poder atender clientela en su local y enfocar el 100 % de su actividad a los domicilios, sus ventas se desplomaron más del 60 % lo que le trajo problemas para cubrir gastos, entre ellos el alquiler del local.

La situación también es caótica para los negocios más grandes. Rolando Campuzano, dueño de Picantería Olguita que tiene siete locales, abrió la semana pasada los de la Alborada y Miraflores con servicio para llevar y a domicilio, aunque lamenta que sus ventas han caído el 96 %.

“No se recupera el asunto a pesar de que abrimos aunque sea dos sucursales, estamos poco a poco”, mencionó el empresario, cuya principal preocupación es no dejar sin empleo a sus trabajadores. “Eso es imposible, ahorita nos toca juntar el hombro y estar todos unidos. Mi perspectiva es que en cuanto se vayan abriendo sucursales mis trabajadores vuelvan a sus puestos”, manifestó.

En tanto, la reubicación de personal es la estrategia que El Café de Tere ha implementado para no despedir, aseguró María José Procel, gerenta administrativa de la empresa, que desde ayer reactivó sus locales de La Garzota y la vía a la costa solo para domicilios.

“Para nosotros ha sido comenzar prácticamente desde cero, nos ha impactado superfuerte. Con el personal estamos reubicándolos para salvar ciertos puestos, por ejemplo, todos los chicos que tienen motos y estaban en otros puestos, como los parqueaderos, ahora están de motorizados”, reveló,

Las grandes cadenas no son la excepción. Tras anunciar el cierre el 20 de marzo pasado de sus 78 locales, entre restaurantes, centros de postres, Automac y McCafé, McDonald’s reabrió el 13 de abril cuatro locales en Guayaquil (Alborada, Los Ceibos, Samborondón y La Aurora), cuatro en Quito, uno en Cuenca y otro en Machala.

La Tablita del Tártaro, en cambio, ha logrado reactivar 16 de sus 50 locales a nivel nacional, informa su gerente de Marketing, Manuel Lucero.

“Actualmente estamos atendiendo a nuestros clientes a través de nuestro servicio a domicilio y para llevar en las ciudades de Guayaquil, Quito, Manta y Ambato”, mencionó el ejecutivo, quien señaló que el impacto es grande para la empresa y que la situación se vuelve más compleja conforme pasan los días.

Sin embargo, para ayudar a los restaurantes a sobrellevar esta situación se han puesto en marcha iniciativas como la de Uber Eats, que integró para sus usuarios en Quito, Guayaquil y Cuenca la opción de hacer un aporte directamente a sus establecimientos favoritos desde la aplicación al momento de finalizar su pedido.

La nueva funcionalidad busca apoyar a los negocios y a quienes se han visto afectados financieramente durante las últimas semanas, dijo Eduardo Donnelly, director general de Uber Eats en América Latina, quien detalla que la empresa ha apoyado a más de 30 000 restaurantes locales independientes, pequeños y medianos en América Latina, incluido Ecuador.

Otra iniciativa de apoyo es ‘Pongamos la Mesa’ de Dinners Club, que promueve la compra de gift cards de $25, $50, $100, $150 y $200 de una lista de 95 locales, para ser utilizadas luego de que los restaurantes reactiven su actividad. Esto hace que tengan liquidez.

Detalle: 70 % en reducción de operatividad en restaurantes y bares es el escenario más probable, según la Espol. 

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