EFE
Tras más de dos años de reveses judiciales e internacionales, el presidente de EE.UU., Donald Trump, se apuntó importantes victorias que le permiten afianzar -por el momento- dos pilares de su política migratoria: el muro fronterizo y la restricción de visados.
El primero de estos triunfos se produjo en un escenario que, hasta la fecha, le ha sido generalmente adverso a la Casa Blanca: los tribunales.
En una ajustada votación, los cinco magistrados conservadores de la Corte Suprema se impusieron a los cuatro progresistas y dieron el visto bueno al Gobierno para la utilización de $2.500 millones procedentes de las arcas del Pentágono para la renovación del muro fronterizo con México.
Esa partida estaba inicialmente destinada a la lucha contra el narcotráfico y forma parte de los $6.600 millones que Trump desvió para la construcción del muro bajo la emergencia nacional que declaró en febrero en la frontera sur.
Esta decisión, no obstante, apenas permite al Gobierno proseguir con la construcción mientras los tribunales dictaminan si la maniobra de la Casa Blanca para desviar fondos del Pentágono para la construcción del muro mediante una declaración de emergencia nacional es legal o no.
Dror Ladin, abogado de la Asociación Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), una de las organizaciones que inició este proceso judicial contra la Administración señaló: “Esto no se ha acabado. Pediremos al Tribunal Federal de Apelaciones que acelere el proceso para evitar los daños inminentes e irreversibles del muro fronterizo de Trump”.
Acuerdo con Guatemala
La segunda de sus victorias cosechadas el viernes es la firma de un acuerdo con Guatemala, que obligará a la mayoría de los migrantes que atraviesan el país centroamericano a pedir asilo allí, en vez de en territorio estadounidense.
Bajo este pacto, que tendrá una vigencia de dos años y podrá renovarse antes de su vencimiento, los solicitantes de asilo que lleguen a EE.UU. serán enviados de vuelta a Guatemala si, en su ruta hacia el norte, atraviesan el país centroamericano antes de llegar a territorio estadounidense.
Sin embargo, no está claro cómo se implementará el pacto dado que el 14 de julio la Corte de Constitucionalidad (CC) otorgó un amparo provisional para que ese país no se convierta en un “tercer país seguro”, una medida que ha sido recurrida por el Gobierno guatemalteco.
La reacción del inquilino de la Casa Blanca a la decisión de la CC fue amenazar a Guatemala con “vetos, aranceles e impuestos a las remesas”.
Por este motivo, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, celebró que el acuerdo con Washington evitará que se hagan realidad las amenazas de Trump.