Trump: del insulto a la sonrisa en cumbre G20

Donald Trump demostró ayer en el G20 su camaradería con controvertidos dirigentes, desde el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman hasta Jair Bolsonaro, pasando por Vladimir PutinDonald Trump demostró ayer en el G20 su camaradería con controvertidos dirigentes, desde el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman hasta Jair Bolsonaro, pasando por Vladimir Putin, a quien le hizo una broma muy comentada.
Antes de la tradicional foto de familia del G20, el Presidente estadounidense subió al estrado junto a Putin, hablando con él y dándole cariñosas palmaditas en la espalda.
Poco después, Trump hizo una broma que dio que hablar en momentos en que prosiguen en Estados Unidos las investigaciones parlamentarias sobre los vínculos entre Rusia y la campaña electoral del republicano durante la presidencial de 2016.
El mandatario estadounidense también se mostró muy cordial en Osaka con el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, llamado «MBS».
El presidente estadounidense, durante la foto de familia, habló largamente con «MBS». Pocos días antes, un informe de una experta de la ONU había implicado al príncipe heredero en la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi.
Con Bolsonaro, Merkel y Xi
Jair Bolsonaro, que comparte con Donald Trump una cierta propensión hacia la provocación, y su escepticismo ante el cambio climático, se apresuró a publicar en Twitter una foto en la que se ve a los dos presidentes sonriendo victoriosos y con los pulgares alzados.
Trump también se deshizo en elogios hacia la canciller alemana Angela Merkel durante su entrevista a solas, calificándola de «persona fantástica, mujer fantástica».
Pero la canciller permaneció impávida, incluso cuando el Presidente estadounidense intentó crear con ella un momento de complicidad al citar a sus rivales demócratas: «Prefiero estar con usted que ante mi televisión» siguiendo el debate entre los aspirantes demócratas en Estados Unidos, dijo.
La reunión bilateral más esperada, entre Donald Trump y Xi Jinping, se celebrará hoy y es poco probable que el Presidente chino se avenga a grandes efusiones.
Los dos hombres tratarán de desactivar su conflicto comercial y tecnológico. En juego está nada menos que la buena marcha de la economía mundial.