Tras su censura y destitución del Ministerio de Gobierno, por parte de la Asamblea Nacional, el futuro político de María Paula Romo es incierto. Lo que sí es real es que de los 41 años de vida de quien se convirtió en la figura más fuerte del régimen de Lenín Moreno, más de 16 han sido dedicados a la política, con admiradores y detractores.
Unas veces fue desde la militancia y las calles con el feminismo y el movimiento Ruptura (ahora Construye), y otras desde el poder que le dio el pueblo para ocupar una curul en la Asamblea Constituyente (2008) y la Asamblea Nacional (2013) y, ahora último, desde la función pública con su designación como titular del Ministerio de Gobierno.
Detrás de esta vida pública está una persona que desde muy joven se destacó por sus capacidades intelectuales y políticas, y también por ser una mujer con ideales diferentes en cuanto a lo que ha considerado tradicional para su género. Ella misma lo ha dicho.
“No soy para nada de casarme. Para las mujeres, de alguna manera, era un destino el matrimonio, además, un destino que no escogías, sino que había que esperar a que te escojan”, dijo en un programa radial, siete meses antes de asumir como ministra.
Romo, hija mayor de una pareja de médicos, a los 15 años ganó un concurso y viajó por tres meses a Francia por estudios; mientras su familia vivía en Loja, ella vivió desde los 18 años en Quito, también por estudios, en la Universidad San Francisco de Quito.
FUENTE:
https://www.eluniverso.com/