Los precios del petróleo subieron el lunes a máximos de dos meses, ante preliminares resultados positivos de una posible vacuna contra el coronavirus, el optimismo sobre la reapertura de las economías y los recortes de producción de los principales países productores.
Los futuros del Brent para entrega en julio ganaron 2,31 dólares, o un 7,1%, a 34,81 dólares por barril. En tanto, el West Texas Intermediate (WTI) subió 2,39 dólares, o un 8,1%, a 31,82 dólares el barril.
Fueron los máximos valores de cierre para ambos contratos desde el 11 de marzo, pocos días después de que los precios comenzaran a colapsar luego de que no se alcanzara un acuerdo para recortar el bombeo entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, grupo conocido como OPEP+.
En la primera parte de mayo, OPEP+ ha reducido fuertemente las exportaciones de crudo, según compañías que hacen seguimiento a los embarques, lo que sugiere un fuerte inicio en el cumplimiento de un nuevo pacto para recortar la producción.
En Nueva York, el barril de WTI para entrega en junio subió 8,1% a 31,82 dólares. Por primera vez desde el 17 de marzo superó los 30 dólares.
“Los precios del crudo inician la semana con buen pie con los inversores esperando un incremento de la demanda”, destacó Robbie Fraser de Schneider Electric.
“Cuando algunos países prevén flexibilizar las medidas de confinamiento y las restricciones a los desplazamientos en las próximas semanas, vemos ya indicios de un incremento de la demanda en Estados Unidos, con un alza significativa del consumo de gasolina”, señaló.
También hay “señales claras de mayor actividad en las refinerías chinas, lo cual sostiene las importaciones (chinas) y permitió a las abundantes reservas mundiales reducirse un poco”, añadió este experto.
El mundo se acercaba a una saturación de las capacidades de almacenamiento de crudo en medio de la caída libre de la demanda por el nuevo coronavirus.
El alza también recoge datos preliminares de la vacuna de Moderna Inc para el COVID-19, la primera en ser probada en Estados Unidos, mostraron que producía anticuerpos protectores en un pequeño grupo de voluntarios sanos, dijo el lunes la compañía.